domingo, 20 de abril de 2014

Dos extraños que se conocen a la perfección.

Nos habíamos prometido una vida entera, tú junto a mí, yo junto a ti, pero todo eso desapareció. Desapareció para siempre.

Maldita sea la vida que hace que todo cambie tan inesperadamente, ahora solo nos quedan los recuerdos, todo los momentos vividos, todas nuestras conversaciones, todas nuestras risas y todos nuestros llantos. 

Llegaste a entenderme como nadie lo había hecho, y a pesar de tu perdón decidí tirar todo por tierra. Puede que fuera un acierto, pero puede que no, te obligué a que me olvidaras, pensando que para mí sería mucho más fácil, pero, ¿por qué diablos no era consciente de que cuando una persona significa tanto para ti te queda marcada de por vida?

No hay un solo día en el que no recuerde lo importante que fuiste para mí, y es que al fin y al cabo, nunca he tenido una amistad tan sincera, tan bonita y tan real como la que tuve contigo. Por eso hoy, aunque nos hayamos convertido en dos extraños que se conocen a la perfección, te echo de menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario